Ellos viven en una isla pesquera de Canadá, dijeron que su único propósito es 'cultivar compasión' para todos los seres.
Más de 600 libras (272kg) de langostas han sido botadas al mar
gracias a un proyecto de liberación de un grupo de monjes budistas en
Canadá. Los monjes de
Instituto Great Enlightenment Buddhist Society, compraron las langostas
provenientes de diversas fuentes en los alrededores de la Isla Príncipe Eduardo ubicada en el
este de Canadá , antes de llevarlos hacia el mar. Pusieron las langostas a bordo de un
barco de pesca, los monjes las liberaron en el océano frente a las islas de la
costa Wood Islands, una pequeña comunidad pesquera al sur de la isla.
Venerable Dan, portavoz de
los monjes, dijo que el propósito de la misión era "cultivar
compasión", no sólo para las langostas, sino para todos los seres
humanos. En declaraciones a
noticias CBA realizadas antes de que los crustáceos fueran puestos en libertad, dijo que
esperaba que el grupo pudiera "encontrar un lugar donde no hubiera jaulas
esperando". "Respetamos
elección dietética de todo el mundo, por lo que no estamos haciendo esto para
convertir a todo el mundo a vegetarianos o veganos", dijo.
"Nuestro único propósito es cultivar en nosotros la compasión hacia los
demás. No tienen que ser langostas, pueden ser gusanos, moscas, o algún animal, o
simplemente andar lentamente para no aplastar pequeñas criaturas en la
calle." El instituto Great Enlightenment Buddhist Society ha estado
en la isla del príncipe Eduardo por los últimos ocho años. Cientos de monjes
viajan desde Asia a la isla cada año para estudiar el budismo en su monasterio.
Antes de soltar las langostas, los monjes llevaron a cabo una ceremonia que
duró 20 minutos con e las que entonaron unas plegarias y mantras del Buda de
la Compasión. Según el grupo, los isleños, incluyendo pescadores — han
apoyado la causa, incluso ayudando a los monjes a encontrar un mejor lugar para liberar a
los animales para que no vuelvan a ser capturados.
"Si Tus seres queridos
estuvieran en esta situación, ¿qué
te gustaría hacer?" preguntó Venerable
Dan "darles una mano y ponerlos nuevamente en donde se sientan cómodos.
Creemos que si todos fueran capaces de hacer esto, el mundo se convertirá en un mejor lugar, un lugar más
armónico."
"Nuestro único propósito es cultivar en nosotros la compasión hacia los demás. No tienen que ser langostas, pueden ser gusanos, moscas, o algún animal, o simplemente andar lentamente para no aplastar pequeñas criaturas en la calle." El instituto Great Enlightenment Buddhist Society ha estado en la isla del príncipe Eduardo por los últimos ocho años. Cientos de monjes viajan desde Asia a la isla cada año para estudiar el budismo en su monasterio.
Antes de soltar las langostas, los monjes llevaron a cabo una ceremonia que duró 20 minutos con e las que entonaron unas plegarias y mantras del Buda de la Compasión. Según el grupo, los isleños, incluyendo pescadores — han apoyado la causa, incluso ayudando a los monjes a encontrar un mejor lugar para liberar a los animales para que no vuelvan a ser capturados.
"Si Tus seres queridos estuvieran en esta situación, ¿qué te gustaría hacer?" preguntó Venerable Dan "darles una mano y ponerlos nuevamente en donde se sientan cómodos. Creemos que si todos fueran capaces de hacer esto, el mundo se convertirá en un mejor lugar, un lugar más armónico."
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