¿Tienes tiempo para amar?
--por Thich Nhat Hanh (Nov 29,
2004)
Amar es, sobre todo, estar allí. Pero estar ahí no es
una cosa fácil. Es necesario cierto entrenamiento, algo de práctica. Si no
estás allí, ¿cómo puedes amar? Estar allí es un arte, el arte de la meditación,
porque al meditar estás trayendo tu verdadera presencia al aquí y ahora. La
pregunta que surge es: ¿tienes tiempo de amar?
Conocí un pequeño de 12
años cuyo padre le preguntó un día:
"Hijo, ¿qué quieres que te regale en tu cumpleaños?” El niño no sabía cómo
responder le a su padre, que era un hombre muy rico, capaz de comprar lo que
fuese para su hijo. Pero el joven no quería nada excepto la presencia de su
padre.
Porque el papel del padre lo
mantuvo muy ocupado, no tenía tiempo para dedicarse a su esposa e hijos. Ser rico es un obstáculo para amar, cuando
eres rico, quieres seguir siendo rico y así terminas dedicando todo tu tiempo,
toda tu energía de la vida diaria, para mantenerte rico. Si este padre pudiera
entender lo que es el amor verdadero, haría lo que fuese necesario para
encontrar el tiempo para su hijo y su esposa.
El regalo más preciado que
puedes darle a la persona que amas es tu verdadera presencia. ¿Qué debemos
hacer para estar realmente allí? Aquellos que han practicado la meditación
saben que meditar es sobre todo estar presente: contigo mismo, con quienes
amas, con la vida. [.]
¿Tienes suficiente tiempo para
amar? ¿Puedes estar seguro que en tu vida cotidiana tienes un poco de tiempo
para amar?
No tenemos mucho tiempo para estar juntos;
estamos demasiado ocupados. En la mañana mientras tomamos el desayuno, no nos
fijamos en la persona que amamos, no tenemos tiempo suficiente para él o ella.
Comemos muy rápidamente mientras pensamos en otras cosas, y a veces incluso
tenemos un periódico que oculta el rostro de las personas que amamos. En la
noche cuando llegamos a casa, estamos demasiado cansados como para ser capaces
de mirar a esa persona.
Debemos propiciar una
revolución en nuestra forma de estar en nuestra vida cotidiana, porque nuestra
felicidad, nuestras vidas, están dentro de nosotros mismos.
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